Se trata de un uso excesivo, sin control y que se puede volver fácilmente patológico, de la conexión a Internet.
En este sentido los siguientes puntos son señales de alarma:
- Aparca su vida social y familiar.
- Se muestra irritable cuando se le niega el acceso a Internet.
- Se angustia o está inquieto cuando no se conecta a Internet.
- Piensa conectarse a Internet mientras hace otras actividades.
- Miente sobre cuánto tiempo está conectado.
- Duerme menos porque sigue conectado a escondidas en Internet hasta altas horas de la noche.
- Abandona sus obligaciones y deja de lado sus aficiones
- Baja su rendimiento escolar
¿Cómo se puede prevenir esta adicción? Siguiendo una serie de pautas: desconectar Internet durante la noche; cuando estamos con más gente, ya sean amigos o familiares, prescindir del móvil; potenciar un contacto familiar y social adecuado; pedir colaboración en la escuela programando los controles de los tiempos de entrada a la red para estudios y / o deberes desde casa. En definitiva, aprender a hacer un buen uso de Internet. El problema no radica en la tecnología sino en el uso que hacemos, es decir ... por ejemplo ... ¿por qué el 60% de los niños tienen móvil antes del 12 años?
Dr. Jordi Sasot Llevadot
Psiquiatra Infanto Juvenil
Publicado en la revista Tot Sant Cugat n.1458
19 de Marzo del 2015